Urban Shamanism

^{A tanager in my window. They're usual visitors / Una tángara en mi ventana. Son visitantes usuales}

The power of higher perspectives

The dream I had last night is a kind of replay of a dream I had last year in which a golden eagle perched on the window of my home's living room to observe me in calm. It was a profoundly significant dream for me just like this one. Then I extracted the message of Ingwaz and I thought it consistent to talk about the capacity to fly in spiritual terms, synonym of the profound insight of awareness.

Flight has always fascinated us as a species, we've managed to conquer it with technology but since the dawn of our species we've felt the yearning to be able to glide through the skies by ourselves like the birds. The reason goes well beyond the practical advantages of movement, it's an ancestral need of seeing the world from a different dimension of space. That's why all ancient cultures have winged beings in their cosmologies: flight symbolizes power, knowledge and freedom. Even now, modern mythologies are full of entities capable of flight, with or without wings.

In 2018 I attended an Ayahuasca ceremony in the third anniversary of my dad's death. It's been the most difficult ceremony of my life thus far and the one I thank for the most. I connected with the pain of all mankind, the victims of wars, crime and rape, the abandoned, the desperate, the orphans. I saw my parents in their coffins and felt the wounds of Jesus. I cried for so long that I entered trance and I had to be carried out of the ceremonial space and placed on the earth. I immediately recovered my senses, but the process continued with cold, darkness and fear. Only a part of my awareness was connected with that, however; there was another that watched everything in extactic joy, that would've manifested itself in laughter if my body wasn't suffering. It was that higher awareness that later allowed me to witness the healing of all sorrows, the downfall of all tyrannies, the eradication of borders and restrictions, and the role I'd have to play in that work. Upon finishing the process, I sat for a long time to talk with the shaman's father and from him I obtained the missing piece. He told me that birds see the world from above, they exist in a higher dimension. That part of my awareness that was watching everything was my Bird, my most elevated vision, literally a dimension unlike this tridimensional plain.

I spent months reflecting and studying this experience. I was afraid my vision was the product of arrogance, a deception of my ego, I refused to believe that my role was that important or that profound, that what I had seen could be true. I doubted, I questioned everything, I resisted, but the message was inexorable and it's been confirmed to me many times. Now I'm happy to be able to fulfill my work and that's the reason why I'm here writing this, curating content, learning from you and sharing the information that I have.

Flight isn't about defying gravity but paradoxically, surrender to it, using it, like the fish flows in the sea without resisting the water. In the same manner, spiritual work takes advantage of matter, dual density is the anchor that allows us to remain always in range of the Narrative, live it, read it, listen to it, smell it, taste it, feel it like the eagle beholds the land in search for its prey. At every moment we have a choice: Awe and Beauty / Oppression and Suffering. We're both eagle and prey, we can shift from one perspective to another at will.

El poder de las perspectivas elevadas

El sueño que tuve esta noche es una suerte de reposición de un sueño que tuve el año pasado en el que un águila dorada se posó en la ventana de la sala de mi casa para observarme con calma. Fue un sueño profundamente significativo para mí al igual que éste. Luego extraje el mensaje de Ingwaz y me pareció consistente hablar sobre la capacidad de volar en términos espirituales, sinónimo de la visión profunda de la consciencia.

El vuelo nos ha fascinado siempre como especie, hemos logrado conquistarlo con tecnología pero desde los albores de nuestra especie hemos sentido el anhelo de poder navegar los cielos por nuestra cuenta como las aves. La razón se encuentra mucho más allá de las ventajas prácticas de movimiento, es una necesidad ancestral de ver el mundo desde una dimensión distinta del espacio. Por eso todas las culturas antiguas tienen en sus cosmogonías figuras aladas: el vuelo simboliza Poder, Conocimiento y Libertad. Incluso ahora, las mitologías modernas están llenas de entidades capaces de volar, con o sin alas.

En 2018 asistí a una ceremonia de Ayahuasca en el tercer aniversario de la muerte de mi papá. Ha sido la ceremonia más difícil de mi vida hasta ahora y la que más agradezco. Me conecté con el dolor de toda la humanidad, las víctimas de guerras, crimen y violación, los abandonados, los desesperados, los huérfanos. Vi a mis padres en sus féretros y sentí las heridas de Jesús. Lloré tanto que entré en trance y tuvieron que sacarme cargado del espacio de ceremonia y colocarme en la tierra. Inmediatamente volví en mí, pero el proceso continuó con frío, tiniebla y temor. Sólo una parte de mi consciencia estaba conectada con eso, no obstante; había otra que lo observaba todo con felicidad extática, que se hubiese expresado con risa si mi cuerpo no estuviese sufriente. Fue esa consciencia superior la que me permitió luego ver la sanación de todos los dolores, la caída de todas las tiranías, la erradicación de fronteras y limitaciones, y el rol que tendría que cumplir en ese trabajo. Al terminar el proceso, me senté largo rato a hablar con el padre del chamán y de él obtuve la pieza restante. Me dijo que las aves ven el mundo desde arriba, existen en una dimensión más alta. Esa parte de mi consciencia que lo observaba todo era mi Ave, mi visión más elevada, literalmente una dimensión distinta a la de este plano tridimensional.

Tardé meses reflexionando y estudiando esta experiencia. Temía que mi visión fuese producto de la arrogancia, un engaño de mi ego, me rehusaba a creer que mi rol fuese tan importante o tan profundo, que eso que había visto fuese verdad. Dudé, cuestioné todo, me resistí, pero el mensaje era inexorable y se me ha confirmado ya muchas veces. Ahora estoy feliz de poder cumplir con mi labor y es esa la razón por la cual estoy aquí escribiéndoles ésto, curando contenido, aprendiendo de ustedes y compartiendo la información que tengo.

Volar no es desafiar la gravedad sino paradójicamente, entregarse a ella, aprovecharla, como el pez fluye en el mar sin resistirse al agua. De la misma forma, el trabajo espiritual aprovecha la materia, la densidad dual es el ancla que nos permite mantenernos siempre al rango de la Narrativa, vivirla, leerla, escucharla, olerla, probarla, sentirla como el águila contempla la tierra en busca de su presa. En todo momento tenemos una elección: Asombro y Belleza / Opresión y Sufrimiento. Somos águila y presa, podemos pasar de una perspectiva a otra a voluntad.